Extraña virtud, sentir y razonar al mismo tiempo. Mucho se podría hablar sobre esta cuestión. Esta reflexión se hacía "Tierna", una mujer de campo, que había sido dotada de gran sabiduría.
Su vida transcurría entre las aves de corral y los cuidados del ganado; pero, quien tenía el privilegio de disfrutar de su amistad, descubría en ella, las más delicadas sutilezas que sólo los elegidos pueden disfrutar.
Ella, a fuerza de oír su nombre, sentía la necesidad de ser tierna, y lo era; pero, dentro de sí, habitaba otra faceta contraria a la ternura. Sabía ser fría y calculadora cuando consideraba que el momento así lo requería.
No se puede saber a simple vista lo que es una persona, a juzgar por cómo viste, ni cómo vive.
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