Margarita estaba triste. Era el cumpleaños de su amiga Rosa y no tenía dinero para comprarle un regalito.
Salió del cole pensativa. Caminaba hacía casa por el camino de la arboleda.
Una mariposa cruzó volando ante ella y fue a posarse sobre unas margaritas silvestres.
Quedó admirada de sus alas con lindos colores.
Hizo un alto en el camino para observar qué hacía.
Entonces, tuvo una brillante idea: ♫ Cogeré un ramo de estas lindas margaritas, les pondré un lindo lacito, y se las llevaré a mi amiga Rosa, le daré un besito, y le desearé feliz cumpleaños.
Así lo hizo.
Rosa, cuando vio aquél ramito tan lindo quedó encantada.
Los mejores regalos que podemos hacer a nuestros amigos son nuestro cariño y amistad.
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