Alkes era un sapito que vivía en la charca de los sapos verdes. Le gustaba vivir allí, pero por las noches pasaba mucho miedo. Oía ruidos extraños. Además, una pantera negra se acercaba a beber agua de la charca con mucho sigilo, la veía cuando ya la tenía cerca.
La pantera al ver a Alkes temblar de miedo decía: ¡Qué ignorante! ¿No sabe que las panteras no comemos sapos verdes y asquerosos?
Alkes pensó en ir a vivir a la charca de su amigo Acrux, pero después pensó que él había nacido allí y que si alguien se tenía que ir no era él.
Habló con todos sus amigos y quedaron de acuerdo en dar un buen susto a la pantera para que no volviera más por allí.
Esa misma noche, cuando la pantera intentaba beber, salieron todos los sapos y, tomando aíre, comenzaron a inflarse, inflarse, y escupiendo todos a la vez a los ojos de la pantera, que se llevó un gran susto; salió corriendo y ya nunca más volvió a la charca.
María Encarna Rubio
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