--¡Calla! No digas eso donde te puedan oír. Se burlarán de ti. Ten cuidado, los hombres son malos y te pueden hacer daño.
--Pero, si es verdad. Después de mí, nada será igual.
--Crece mi amor. Ven que tu madre te acune entre sus brazos. Los niños tienen que hacerse mayores, y después, seguir el camino que está marcado en su corazón. Sé siempre fiel a ti mismo, aunque te cueste la vida.
Y el niño creció. Valiente entre los valientes, fue fiel a su verdad y le costó la vida. Su memoria perdura, arraigada en los corazones de millones y millones de humanos. Él dijo: "Yo soy fuente de vida, el que bebe de mi agua, nunca sentirá la sed"
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