Dio un giro brusco y volvió sobre sobre sus pasos; congestionado, tropezó, y el estrépito de algo que rodó por el suelo le volvió a la realidad...
--Lo siento..., lo siento mucho, usted perdone.
--¡Lo siento, lo siento! ¿Sabe usted el dineral que cuesta este chisme? Acaba de estropearme la mejor toma de mi vida. ¡Tardaré años,en tener la oportunidad de filmar un beso así!
De pronto, sintió la caricia en su rostro de una melena de rizos caoba con un perfume que le hacía saltar cómo un gamo.
--¡Despierta, tolondrón! Ha llegado la hora cero.
¿¿¿
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