Un caracol feliz, vivía junto a una oruga en un bancal de coles. Sonreía..., y también reía a su gusto, cuando la oruga resbalaba y caía de las hojas húmedas por las gotas del rocío. Pensaba él:
--Tengo suerte. Mi cuerpo es una ventosa que se adhiere y no resbala. Ni las gotas de rocío, ni los vientos huracanados pueden tumbarme, y si atisbo un peligro, me adentro en mi casita y nadie puede hacerme daño. Y vivía tan feliz.
Un día de exaltada alegría, se dio cuenta de que, todo lo que pensaba le salía en verso: --¿Seré un caracol poeta?, decía para sí. Y se dispuso a crear su primer verso sobre la hoja de una frondosa col:
Vivo en una col muy tierna,
junto a la oruga Marcisa.
Cuando resbala y se cae,
a mi me da mucha risa.
La oruga Marcisa que andaba cerca, quedó perpleja al leer las cosas que escribía su vecino acerca de ella en las hojas de las coles, --¡pero qué se ha creído éste! ¿pensará que es el único que sabe hacer versos?, decía mientras empezaba a horadar en las coles sus proclamas sin parar:
¡Este caracol creído!
Con sus babas me da asco.
Ha creído que es muy listo,
y se va a llevar un chasco.
Y así, de ésta manera, fueron llenando las hojas de todas las coles del bancal de agujeros; pero al ser tan poéticos y tan originales venían a verlas del mundo entero. El caracol feliz y la oruga Marcisa se hicieron famosos. Les llamaban de todas partes para dar conferencias. Al final se hicieron muy amigos. Hicieron sociedad para seguir escribiendo en todos los bancales de coles de la huerta...
¡Que estuviesen sin fumigar, claro!
jajajajaajajaj Que buen compañerismo entre el caracol y la oruga, y buen negocio que hicieron juntos. Más vale estar unidos que cada uno por un lado. Deberíamos copiar de su buen ejemplo.
ResponderEliminarLas poesías fantásticas Encarna.
Un abrazo con besos.
Que tengas un domingo fabuloso.
Querida amiga Mila: el compañerismo es muy saludable.Besos y feliz noche.
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