La gatita Rufina,
tenía sueño.
No tenía casa,
ni tenía dueño.
Ella vivía sola,
en un olivo,
en un agujero grande,
muy escondido.
Cuando salía sola,
tenía miedo,
de las fauces abiertas,
de un perro fiero.
La estaba esperando,
y si salía,
con las fauces abiertas,
la perseguía.
¡Vete ya perro fiero,
a otra guarida!
¡Y déjame tranquilita,
vivir mi vida!
Monísima me he imaginado a la gatita Rufina, ¡con lo que me gustan los gatos!!
ResponderEliminarOjalá sea feliz cualquier gato/a en su situación.
Que hermoso poema Encarna.
Muchos besos amiga mía.
Mila, gracias por tu atención. A mí también me gustan mucho. Todos los animales me gustan, pero los gatos son mis preferidos. Un beso grande querida amiga.
ResponderEliminarAJA ESTE POEMITA TIERNO ME GUSTO sabes yo escribí UN GATO QUE QUERIA ATRAPAR UN RATON edithelviracolquirojas.blogspot.pe MUCHOS BESOS PARA USTED.
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