sábado, 10 de junio de 2017

A SAN FRANCISCO DE ASÍS






¡Oh! Hermano San Francisco,
hombre de vida sencilla,
de tu hábito harapiento
surgió tu gran maravilla
que llama con sentimiento
a los creyentes a tu villa.
Es sitio de peregrinaje
tu lugar de nacimiento
y abrumados te seguimos
con paz y recogimiento.
Es hermoso estar cerca
de la energía que vibra
en torno a tu sepultura
y que de mi ser conmueve
hasta la última fibra.

Resultado de imagen de assisi

Son monumentos los pueblos
que nos quedan del medievo.
Se vislumbran  por sus calles
sombras lejanas del tiempo.
Sus piedras cantan madrigales
con laúd de frescos  helechos
que pueblan las hendiduras
que va descarnando el tiempo.
La magia ya está servida
a raudales por el pueblo.
La van recogiendo las almas
 predispuestas  para  ello.
Por eso se hicieron hombres
de la talla del Francisco nuestro.
 Amaba tanto a la vida
que su vibrar aún siento.

María Encarna Rubio






3 comentarios:

  1. Maravillosa poesía a un personaje de más interesante y que es mi favorito por su biografía tan humana, cercana a los más necesitados y que lo dio TODO para conquistar a un mundo con las gentes más unidas, ofreció hasta su propia vida siendo muy joven.

    Aunque en el último suspiro creo recordar que se arrepintió por no haberse cuidado su salud mejor. Me encanta tu escrito, Encarna.
    Pueblos que nos quedan del medievo, para mí, inigualables en su historia y arquitectura.

    Un placer leerte, querida amiga.
    Besos y abrazos.

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  2. Hola, fantástica compañera en el sentir, el placer es mio al comprobar tu conexión. He tenido la gran oportunidad de visitar la tumba del Santo y no tendría jamás palabras para describir lo que allí me sucedió. Un gran abrazo y cuida tu salud con mimo. Pienso que somos algo grandioso, el templo más maravilloso jamás creado. Hay que tratarlo como merece la obra fantástica de Dios y no utilizarlo para almacenar basura. Un beso grande, hermana.

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  3. Que bonito comentario me has dejado, Encarna. Me encantaría visitar la tumba del Santo y creo, poder imaginar lo que sentiste. Somos algo más grandioso de lo que nunca nos han hecho creer.

    Un beso grande, hermana.

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