sábado, 18 de febrero de 2023

Jacob en casa de su tío


  Tras dejar el altar ungido, Jacob llegó a casa de su tío. Lo recibió con alborozo y lo acomodó entre la familia que se componía de tres hijas casaderas. La menor se llamaba Raquel. Jacob se prendó de ella nada más verla y pronto la pidió en matrimonio. Su tío no puso objeción alguna, pero como no tenía nada para pagar la dote, le propuso que trabajara siete años gratis para él, y después se llevaría a cabo la boda.

Jacob trabajó duro durante siete años, y por fin llegó el día de la boda.
Hicieron los festejos acostumbrados a la usanza del lugar y la novia fue entregada cubierta por un velo del que no se despojó hasta llegado el momento de la retirada al lecho nupcial. El tío de Jacob no lo abandonó ni un instante y le hizo beber más de la cuenta en la celebración, de manera que Jacob llegó aturdido al dormitorio. Cuando despertó a la mañana siguiente, cual sería su sorpresa al comprobar que se había casado con Lea, la hermana mayor de Raquel. 
Salió espantado a dar quejas a su tío, este le dio el argumento de que lo había hecho por una razón convincente, las hijas se tenían que casar por orden en aquel lugar, primero la mayor, pero que no había problema, si trabajaba gratis para él otros siete años, se podría casar también con Raquel.


 

martes, 14 de febrero de 2023

La huida de Jacob


 Cuando Esau es informado de que Jacob ha sido bendecido entra en cólera. Rebeca aconseja a Jacob que se vaya por un tiempo a vivir a casa de su tío, en Betel, porque Esau quería venganza. 
Jacob huyó de casa de sus padres. Fue un camino largo y fatigoso que él no conocía. Anduvo temeroso de los peligros que suponían las fieras y el sol ardiente. Llegado a un lugar reposado, hizo un alto y se tendió a descansar al abrigo de unos arbustos crecidos y un cúmulo de piedras bien dispuestas, él no lo sabía, pero era un altar que su abuelo Abraham levantara cuando anduvo por el desierto para dar gracias a Dios. Cuando quedó profundamente dormido tuvo un extraño sueño: una escalera subía hasta el cielo por donde ángeles subían y bajaban. Al final había un hombre sentado que irradiaba destellos luminosos que cegaban que le habló: 
"No temas Jacob, yo soy el Dios de Abraham y siempre te protegeré, nunca te abandonaré"
Reanudó su camino ilusionado y confiado, pero antes de ponerse en marcha, él también levantó un cúmulo de piedras y las ungió con aceite de oliva, en señal de que aquel era un lugar sagrado. 


 

Jacob es bendecido


 Isaac, en su ancianidad, había quedado ciego. Reconocía a sus hijos por el tacto y por el olor, pues Esau  tenía su cuerpo cubierto de mucho vello y olía diferente a su hermano Jacob, ya que este se dedicaba al pastoreo, tenía los olores propios de alguien que permanece mucho tiempo junto al rebaño y su piel era lisa y fina.
Dios se valió de la predilección que Rebeca sentía por su hijo Jacob para que este fuese el ungido, cuando ella fue informada de la acción irresponsable de Esau de cambiar su primogenitura por el plato de lentejas que Jacob se iba a comer, urdió una treta: cubrió los brazos de Jacob con piel de corderito y lo vistió con ropas de su hermano; Rebeca conminó a Isaac a bendecir al primogénito y presentó a Jacob ante él. Isaac no tuvo duda de que era Esau pues tocó sus brazos velludos y sintió los aromas de las ropas y Jacob fue bendecido. 

 

Esau y Jacob


 De los dos gemelos, hijos de Isaac y Rebeca, Esau era el primogénito, pues nació primero. Isaac lo bendeciría antes de morir y sería su heredero y sucesor como patriarca del pueblo de Dios, pero era inconsciente y de carácter duro e impetuoso, le gustaba la caza y el riesgo sin un propósito, todo lo contrario de lo que era su hermano Jacob. Un día que deambulaba de caza por los montes por donde pastoreaba Jacob, como iba hambriento y cansado, le vendió a su hermano la primogenitura por un plato de lentejas.  

 

domingo, 12 de febrero de 2023

Isaac y Rebeca




El camino emprendido por Dios para ir llegando poco a poco, con la paciencia que se necesita para consolidar su propósito, dio a Abraham en su vejez, su hijo Isaac y mucha prosperidad, era un hombre rico, con muchos sirvientes y grandes rebaños. Isaac respetaba a su padre y vivía en la fe de Dios. 

Tomó la decisión Abraham, como era costumbre en aquellos tiempos, buscar una esposa para Isaac que no fuese cananea, los cananeos eran de costumbres libertinas y adoraban a dioses falsos. Mandó a la tierra donde vivían sus hermanos a Ilicier, jefe de todos sus servientes, pues él ya era muy anciano y no quería que su hijo saliera de su lado.

Ilicier, rogó al Dios de Abraham que le ayudara en la difícil empresa que le había sido encomendada diciendo: "¡Oh Dios de Abraham! Dame tu ayuda para que yo sepa la joven que es la adecuada" Y viendo que un grupo de mujeres jóvenes sacaban agua de un pozo dijo a Dios: "La joven que se preste a ofrecerme agua para mí y mis camellos esa será"

Se acercó Ilicier y las más hermosa de todas las jóvenes le brindó agua que Ilicier bebió. Le preguntó por su nombre y resultó ser sobrina segunda de Abraham. Lo llevó a casa de sus padres que lo recibieron con honores al saber que venía de parte de Abraham a buscar esposa para su hijo. Les entregó los muchos regalos que traía y acordaron el casamiento de Rebeca con Isaac. La llevó Ilicier e Isaac quedó prendado de su belleza nada más verla, él tenía cuarenta años y Rebeca catorce.

La prosperidad de la familia iba en aumento, pero tardaron veinte años en tener descendencia. Transcurrido ese tiempo, Rebeca tuvo gemelos, Esau y Jacob. 


 

 

 

viernes, 10 de febrero de 2023

El hijo de Abraham


 Abraham fue obediente al mandato de Dios y marchó con su mujer Sara, sus esclavos y todas sus pertenencias, en busca de la tierra que le había prometido Dios. Fue trabajoso y de grandes dificultades, pero siguiendo las instrucciones que recibía del mismo Dios, llegó a un valle fértil y allí se instaló. 
En aquellos tiempos, era muy normal que los hombres tuvieran varías esposas, pero Abraham, que era de una honestidad asombrosa, solo amaba a su mujer y no quería a otra, a pesar de que no habían tenido ningún hijo. 
Sara le rogó muy encarecidamente que probase a tener hijos con una esclava egipcia que ella tenía, cosa que también en aquellos tiempos era de lo más normal.
Abraham, por tener descendencia, así lo hizo, y le nació un hijo que fue su alegría, pero Dios tenía otros planes para él. Un día recibió la visita de tres enviados por Dios que le anunciaron que su mujer, Sara, tendría un hijo al que le pondría de nombre Isaac. 
Sara, que de lejos escuchó al visitante, no pudo por menos que echarse a reír, pues ella ya tenía cien años y Abraham algunos más.
El visitante la increpó diciendo que para Dios no hay nada imposible y al año siguiente tuvo un hijo, al que sus padres amaron y cuidaron con esmero.
Abraham educaba a Isaac en la honestidad y en la adoración del Dios verdadero. Dios quiso probar la fe y la sumisión de Abraham pidiendo de su viva voz que le ofreciera a su hijo en sacrificio. 
Abraham, que confiaba en Dios, se dispuso a consumar su mandato y Dios detuvo su mano ofreciéndole un cordero para la ofrenda.



                                       





 


 

 

 

 

jueves, 9 de febrero de 2023

Fue en Sumeria

 


 Hace muchos años, en un pueblo donde se adoraba a muchos dioses falsos, vivía un hombre casado, cuyo padre se ganaba la vida haciendo imágenes de dichos dioses. También reparaba aquellas imágenes que por accidente o cualquier otro motivo se rompían o estropeaban. 
Él, se conmovía y extasiaba viendo las maravillas creadas en la naturaleza, el cielo estrellado con la luna y el sol... 
Un día que su padre había reparado a un ídolo poniéndole una cabeza nueva, se dio a meditar sobre el hecho: "¿Cómo puede ser que este al que mi padre arregla la cabeza cuando se rompe pueda crear cosas tan maravillosas y grandiosas? " Después de mucho pensar y deducir decidió contar a su padre y hermanos que no trabajaría más en el taller, ya que esos dioses que ellos hacían eran falsos, que el creador de todas las cosas era otro Dios más poderoso que aquellos. 
Recibió muchas reprimendas y hasta lo querían echar de casa. 
Una noche, cuando todos dormían, rompió con una estaca todos los ídolos menos el más grande de todos, al que le puso en la mano aquello con lo que había roto a todos los demás. 
Cuando a la mañana siguiente entraron y vieron aquel destrozo, él les dijo dirigiéndose al ídolo armado: "¡Mirad! !Ese es el culpable"! 
Todos dijeron que era imposible, que ese no podía hacer nada. 
Y fue entonces, que marchó a las soledades del desierto en busca del Dios verdadero. Anduvo y anduvo hasta que en la cima de un monte vio una zarza que ardía y nunca se consumía... Una voz sonora traída por los vientos le habló:
"¡Abraham!" Deja Sumeria, y a tus padres y hermanos, y ve con tu familia a la tierra que yo te daré. Serás el padre de una gran nación y tus descendientes serán más que las estrellas del cielo.
De esta manera, dio comienzo el largo camino seguido por los hombres y mujeres que prepararon el camino del Pueblo de Dios. Historias y relatos apasionantes descritos en el libro más leído de todos los tiempos:
"La Biblia"
 


miércoles, 8 de febrero de 2023

Mamá clueca se ha perdido



 


 Mamá clueca andaba algo preocupada, había salido del gallinero con sus pollitos en busca del gallo Gazpachón y se había perdido. No reconocía el entorno. Nunca antes vio aquellos parajes con tanta maleza y zarzales. Temía que si sus hijitos se aventuraban entre los espinosos matorrales saldrían maltrechos y cieguitos si alguna espina hería sus ojitos. Quiso gritar, pero como estaba clueca, solo le salía un velado "clo, clo". 
Pasaba el tiempo y no encontraba el camino de regreso. 

 Por suerte, apareció el gallo Gazpachón que la condujo de nuevo al gallinero. Estaban los dos inmersos en la tarea de enseñar a sus hijitos a picotear los matojos, cuando se les acercó una gallina que venía del monte, con las plumas desordenadas y sucias, parecía perdida y hambrienta. "Hola, buenas tardes" —dijo con mucha timidez—. Soy Huevasa, mascota de Mariona, una niña mala que se ha cansado de mi y me ha dejado abandonada en el monte. Aún tengo que agradecer que la cocinera no me haya retorcido el pescuezo y me haya cocinado en pepitoria para la comida.
Gazpachón quedó impresionado. A pesar de su maltrecho aspecto, denotaba que era una gallina de ciudad. Su caminar era de una elegancia poco usual en el gallinero. La invitaron a picotear en los matojos y su estilo era de finas maneras. Movía la cabeza de un lado a otro con exquisita delicadeza y antes de coger algún elemento con el pico lo examinaba con mucha atención. Gazpachón estaba fascinado. Pronto dejó a la clueca que se las arreglara sola con su prole y se llevó a Huevasa a recorrer la orilla del riachuelo para que se diera un baño y acicalara sus plumas. 
La clueca estaba celosa. Pensaba propinar a Huevasa unos picotazos inflamatorios cuando estuviese de regreso, pero lo pensó mejor, al fin y al cabo ella no tenía la culpa, se los daría a Gazpachón, por fatuo y mamarracho. 

María Encarna Rubio
 
 


sábado, 4 de febrero de 2023

Lo más natural






El abejorro  Pil trabajaba sin cesar. Él solito había polinizado todo un gran campo de alfalfa. Estaba cansado y transportaba su cestillo lleno de polen. Era un insecto tierno y hermoso. Intentaba ser feliz, pero siempre trabajando, apenas tenía tiempo de recrearse en la maravilla que los campos floridos habrían ante sí. 
Un buen día decidió hacer un alto y tenderse a descansar al abrigo de una mata exuberante y muy frondosa. Acicalaba su velludo abdomen cuando llegó hasta él un murmullo inusual y desconocido, una mosca mantenía un coloquio con una libélula de bellas alas:



—El ruido que hacen algunos cuando trabajan es bastante molestoso. —Sí por cierto, ¡qué falta de consideración!
—Mis alas son silenciosas, no como  las de algunos...




No esperemos moraleja del cuento más tonto del mundo.
Pero si analizamos su contenido, alguna conclusión sacaremos...
Pondremos como ejemplo que... La naturaleza siempre es bella...
Los que hacen ruido siempre molestan...
Los que solo piensan en trabajos físicos apenas viven...
Hay que combinar los trabajos físicos con los intelectuales y espirituales...

María Encarna Rubio





MAMÁ OSA PERIPITOSA

En la casita del bosque todo iba bien. Las gallinas ponían sus huevos en una cesta y mamá osa los llevaba al mercado. Sería bonito pensar q...