domingo, 15 de octubre de 2023

Moisés encuentra esposa

 


 Moisés anduvo por el inhóspito desierto en busca de tierras habitadas. El hambre y la sed le habían dejado exhausto al abrigo de unos arbustos en tierras de Madián, cerca de un pozo, donde unas pastoras hijas de Jetro, príncipe y sacerdote, fueron a abrevar a su rebaño. Al ver a Moisés medio desvanecido le asistieron dándole agua y pan con queso, favor que pronto pudo corresponder sacándolas de un altercado con otros pastores que las importunaron y les impedían dar de beber a sus ovejas. Jetro llamó a Moisés invitándole a su mesa en agradecimiento y le dio por esposa a Séfora, una de sus hijas, rebaños y una tienda para que iniciaran su vida. 
Pasado algún tiempo, Moisés y Séfora tuvieron dos hijos, Gersón y Eliezer.



miércoles, 5 de julio de 2023

Moisés

 


 Los israelitas en Egipto lo estaban pasando mal, habían llegado a una situación muy penosa al verse avocados a sacrificar a los varones que iban naciendo. 
En la familia de Amram y Jocabed había nacido un hermoso niño, cuya madre urdió una treta para ver de salvar su vida. Lo acomodó en una cestita de mimbres y lo dejó navegando por el río, cerca de donde se bañaba la hermana del faraón con sus esclavas. Una de ellas lo encontró y lo presentó ante la joven dama que decidió adoptarlo y le puso por nombre «Moisés», que significa: «salvado de las aguas».
Moisés fue creciendo con honores de príncipe junto a los hijos del faraón y pronto dedujo su procedencia, ya que fue su verdadera madre la que lo amantó debido a que su hermana María, que vigilaba junto a la cesta, oculta entre los juncos del río, se presentó ante la hermana de faraón recomendando a su madre como «ama de cría».
Y sucedió lo que tenía que suceder: «Moisés presenció el maltrato de un capataz egipcio a un esclavo israelita y con su daga de zafiros lo mató».
El faraón montó en cólera cuando tuvo conocimiento del hecho y ordenó su detención. Moisés se vio obligado a huir al desierto para salvar su vida.  Anduvo perdido sin provisiones y sin montura, caminando y haciendo frente a innumerables peligros que presentaba el inhóspito desierto.      


viernes, 30 de junio de 2023

Muerte de José

 


 José murió a los ciento diez años y su cuerpo fue embalsamado y metido en un sarcófago con honores de gran mandatario. Dejó en su última voluntad que sus huesos fueran llevados a la «Tierra prometida». Después, con el paso del tiempo, el pueblo había crecido tanto y eran tan prósperos, que el nuevo faraón temía a un colectivo que tanto avanzaba con sus propias leyes y su «Dios», dentro del propio Egipto. Comenzó a poner dificultades y a esclavizarlos de manera insidiosa, hasta el punto de hacer matar a los hijos varones que fueran naciendo. 


 

Encuentro de José con su padre

 


 José dejó marchar a sus hermanos. Todos los días vigilaba expectante el camino por donde habían de volver, hasta que por fin un día divisó la comitiva que se acercaba con la familia y su padre al frente. Se adelantó con alborozo a abrazar a su padre que con lágrimas en los ojos le tendía sus brazos. 
Quedaron instalados en un poblado que el faraón había preparado para ellos junto al río Nilo. Allí pudieron desarrollar sus oficios y rendir sus tributos como ciudadanos del país al faraón. Dios les protegía, pues solo a El adoraban y seguían sus mandatos de: « Unión como pueblo, honestidad, humildad y diligencia».
José administraba la economía del faraón de manera fabulosa de manera que se convirtió en el mandatario más rico del mundo. Por todo ello, el faraón respetó a su pueblo que prosperaba y florecía dentro de Egipto sin perder su identidad.



martes, 27 de junio de 2023

Primer encuentro de José con sus hermanos

 


 La época de vacas gordas dieron su abundancia en frutos y rebaños como vaticinara José. La sequía había devastado los territorios conocidos por entonces. Acudían de todas las naciones vecinas a llenar sus alforjas de grano y las arcas del faraón de oro plata y piedras preciosas. 
 Jacob y toda su gente, que también sintieron la hambruna, se vieron obligados a viajar hasta Egipto para proveerse de grano del que todos sabían tenían abundancia en sus múltiples graneros llenos a rebosar. 
Se presentaron al gobernador, el cual, quedó perplejo al reconocer a sus hermanos. Él no fue reconocido por ellos, urdió  una treta para castigarlos antes de darse a reconocer: ordenó a un sirviente esconder una copa de oro en el saco de uno de ellos para después acusarlo de robar las pertenencias del faraón e imponer el castigo de quedar preso en Egipto hasta que trajesen a su hermano menor a su presencia. 
Los hermanos de José estaban anonadados, no entendían lo sucedido y se lamentaban afligidos del hecho de que su padre nunca se separaba de su hermano Benjamín desde que perdiera a su otro hijo José. Pedían clemencia, su arrepentimiento por el daño causado a José se puso de manifiesto y fue entonces que José se dio a conocer:
—Dejar de lamentar la perdida de vuestro hermano ya que lo tenéis ante vosotros, este que os habla es José, vuestro hermano. Cayeron de rodillas avergonzados y pedían perdón. 
—Levantaos—les dijo con los brazos tendidos hacía ellos—Dios se sirvió de aquel acontecimiento para traerme hasta aquí. Hace tiempo que os perdoné y El me sostiene y me guía. Volver a casa de vuestro padre, darle la buena nueva de que su hijo vive, y venir todos a vivir aquí, se presentan años de mucha dureza para sobrevivir, estaréis a salvo con la venía del faraón que tiene preparado un territorio en el que podréis instalaros.  

De preso a primer ministro

 


 
El faraón recibió a José intrigado y expectante, era algo espectacular 
conocer a persona con privilegios tan inusuales como descifrar el significado de los sueños. Cuando le tuvo ante sí quedó admirado de su apostura, hizo el relato de sus sueños con todo lujo de detalles y quedó a la espera de que José saliera de sus reflexiones y emitiera su veredicto.
 José, después de orar recibió el mensaje claro y bien detallado de lo que se avecinaba y así lo expuso: 
—Señor, se avecinan tiempos difíciles si no se sabe aprovechar la época de bonanza para paliar la época de carestía. Las siete vacas gordas significa siete años de abundancia en cosechas y las vacas flacas siete años de sequía, así también, Dios reafirma sus planes con las gavillas del trigo. Es aconsejable dar comienzo sin tardanza a almacenar adecuadamente lo sobrante y racionar los abastecimientos para no caer en el despilfarro motivado por el exceso.
El faraón quedó atónito. Nunca antes había tenido un consejero con aquella clarividencia y acierto en sus proposiciones. Mandó subir a José a su altura y estrechando su mano en señal de aceptación se expresó de esta manera:
—He quedado totalmente satisfecho con tu propuesta, y como nadie será tan adecuado como tú para llevar la empresa a feliz término, te nombro desde este mismo instante primer ministro y nadie habrá por encima de ti nada más que  yo cuando esté sentado en mi trono. Toma las medidas oportunas en todos mis dominios, para ello te entrego mi anillo que te abrirá todas las puertas de mis ciudades.
Y subió José al escalafón que Dios tenía preparado para él. 


lunes, 26 de junio de 2023

José va de la cárcel a la corte del faraón

 



 Pasado algún tiempo seguía José en prisión como alcaide, dado su talento para dirigir a la masa fue propuesto para el cargo.
El copero del faraón, al que predijo lo que vaticinaba su sueño, servía en la corte. Por aquellos días el faraón andaba obsesionado con unos sueños inquietantes que había tenido: siete vacas gordas y lustrosas pactaban frente a él a la orilla del río. De pronto, siete vacas muy flacas salían y devoraban a las siete vacas gordas, pero seguían tan huesudas y famélicas como antes. Otro sueño se componía de gavillas de trigo, también eran siete, hermosas y muy granadas, y otras siete muy vacías de fruto las devoraban. El faraón convocó a los sabios y doctores para que interpretaran sus sueños, pero ninguno acertaba a decir algo que convenciese al faraón. Y fue entonces que el copero se acordó de José, que con tanto acierto predijo el significado de los sueños. Lo puso en conocimiento del faraón, y este dispuso que lo trajesen a su presencia de inmediato. 
José cambió su atuendo y se afeitó la barba antes de presentarse al faraón.
    

miércoles, 21 de junio de 2023

José en la cárcel

 


José en la cárcel era ejemplo para sus compañeros de prisión, a todos animaba y atendía, ellos confiaban en él y le hacían su confidente.  Estaban entre ellos el copero y el panadero de faraón, que andaban preocupados por un extraño sueño que habían tenido. José, siempre iluminado por Dios, les hizo la interpretación de su sueño: el copero iría en tres días a su puesto de trabajo y al panadero lo ajusticiarían cortándole la cabeza, tal como sucedió.
 

José en Egipto

 



   
José en Egipto destacaba por su atractivo físico y su inteligencia.
Los mercaderes lo vendieron a Putifar, un oficial egipcio que pronto delegó en él el gobierno de su hacienda dado que su maravillosa actitud para resolver cualquier evento y honradez era inapreciable.
La mujer de Putifar lo acosaba descaradamente cuando su marido estaba ausente, hasta el punto de arrancar su túnica de modo que José hubo de salir corriendo en condiciones sospechosas. La acosadora, llena de ira y despecho por no conseguir su propósito, llamó a voces desaforadas a la servidumbre, que presenciaron la huida de José semidesnudo y le acusó de ser ella la ultrajada.
Putifar creyó los argumentos de su esposa y mandó a José a la cárcel. 

martes, 20 de junio de 2023

Jacob Israel






 

    

   

 Jacob fue padre de doce  hijos, pero con su amada Raquel solo tuvo dos: José y Benjamín. Dios estaba presente en su vida. Un día que oraba en la soledad del desierto oyó una voz que decía:  «Jacob, es mi deseo que desde ahora tu nombre sea Israel. Tus hijos formaran las doce tribus de los primeros Israelitas»

Dios bendecía a Jacob con gran prosperidad y sus rebaños se multiplicaban de manera fabulosa. Su hijo José era su favorito, lo retenía a su lado y le hacía costosos regalos, cosa que despertaba la envidia de sus hermanos. Un día que su padre le había regalado  una túnica de gran distinción que manifestaba ser el sucesor, todos estaban furiosos. 

—Mirad— decía uno de ellos al ver que venía hacía donde estaban guardando los rebaños—ahí nos llega el favorito, el protegido de todo trabajo, del frío y del calor. Tendríamos que darle su merecido. Y con la maldad que engendra la envidia, le quitaron la túnica y lo tiraron a un pozo para que allí pereciera de hambre y de sed. Por fortuna acertó a pasar una caravana de mercaderes que se dirigía a Egipto y decidieron venderlo y repartirse el dinero. Mataron un cabrito y mancharon la túnica con su sangre y dijeron a su padre que una fiera lo había devorado.

Jacob llevó un duro golpe en su vida, no dejaba de lamentar la pérdida de su amado hijo. Los malvados hijos, al ver el dolor que habían causado a su padre, estaban arrepentidos, en adelante fueron mucho más atentos y no les dejaba dormir el sentimiento de culpa. 


        









Jacob se reconcilia con su hermano.


 El joven enamorado Jacob, a pesar de estar casado con Lea, trabajó gratis para su tío otros siete años para conseguir hacer su esposa a Raquel, en aquellos tiempos estaba permitido tener varias esposas, tantas como pudieras mantener. 

Cuando por fin consiguió su propósito y con la ayuda de Dios prosperó lo suficiente, marchó con sus esposas y sirvientes a reconciliarse con su hermano Esau, al que le había robado la primogenitura.

 Llevaba presentes para regalarle, y este, cuando le vio llegar con sus hijos que le había dado Lea, y todo el séquito que le acompañaba, le tendió sus brazos y le perdonó. 


 

sábado, 18 de febrero de 2023

Jacob en casa de su tío


  Tras dejar el altar ungido, Jacob llegó a casa de su tío. Lo recibió con alborozo y lo acomodó entre la familia que se componía de tres hijas casaderas. La menor se llamaba Raquel. Jacob se prendó de ella nada más verla y pronto la pidió en matrimonio. Su tío no puso objeción alguna, pero como no tenía nada para pagar la dote, le propuso que trabajara siete años gratis para él, y después se llevaría a cabo la boda.

Jacob trabajó duro durante siete años, y por fin llegó el día de la boda.
Hicieron los festejos acostumbrados a la usanza del lugar y la novia fue entregada cubierta por un velo del que no se despojó hasta llegado el momento de la retirada al lecho nupcial. El tío de Jacob no lo abandonó ni un instante y le hizo beber más de la cuenta en la celebración, de manera que Jacob llegó aturdido al dormitorio. Cuando despertó a la mañana siguiente, cual sería su sorpresa al comprobar que se había casado con Lea, la hermana mayor de Raquel. 
Salió espantado a dar quejas a su tío, este le dio el argumento de que lo había hecho por una razón convincente, las hijas se tenían que casar por orden en aquel lugar, primero la mayor, pero que no había problema, si trabajaba gratis para él otros siete años, se podría casar también con Raquel.


 

martes, 14 de febrero de 2023

La huida de Jacob


 Cuando Esau es informado de que Jacob ha sido bendecido entra en cólera. Rebeca aconseja a Jacob que se vaya por un tiempo a vivir a casa de su tío, en Betel, porque Esau quería venganza. 
Jacob huyó de casa de sus padres. Fue un camino largo y fatigoso que él no conocía. Anduvo temeroso de los peligros que suponían las fieras y el sol ardiente. Llegado a un lugar reposado, hizo un alto y se tendió a descansar al abrigo de unos arbustos crecidos y un cúmulo de piedras bien dispuestas, él no lo sabía, pero era un altar que su abuelo Abraham levantara cuando anduvo por el desierto para dar gracias a Dios. Cuando quedó profundamente dormido tuvo un extraño sueño: una escalera subía hasta el cielo por donde ángeles subían y bajaban. Al final había un hombre sentado que irradiaba destellos luminosos que cegaban que le habló: 
"No temas Jacob, yo soy el Dios de Abraham y siempre te protegeré, nunca te abandonaré"
Reanudó su camino ilusionado y confiado, pero antes de ponerse en marcha, él también levantó un cúmulo de piedras y las ungió con aceite de oliva, en señal de que aquel era un lugar sagrado. 


 

Jacob es bendecido


 Isaac, en su ancianidad, había quedado ciego. Reconocía a sus hijos por el tacto y por el olor, pues Esau  tenía su cuerpo cubierto de mucho vello y olía diferente a su hermano Jacob, ya que este se dedicaba al pastoreo, tenía los olores propios de alguien que permanece mucho tiempo junto al rebaño y su piel era lisa y fina.
Dios se valió de la predilección que Rebeca sentía por su hijo Jacob para que este fuese el ungido, cuando ella fue informada de la acción irresponsable de Esau de cambiar su primogenitura por el plato de lentejas que Jacob se iba a comer, urdió una treta: cubrió los brazos de Jacob con piel de corderito y lo vistió con ropas de su hermano; Rebeca conminó a Isaac a bendecir al primogénito y presentó a Jacob ante él. Isaac no tuvo duda de que era Esau pues tocó sus brazos velludos y sintió los aromas de las ropas y Jacob fue bendecido. 

 

Esau y Jacob


 De los dos gemelos, hijos de Isaac y Rebeca, Esau era el primogénito, pues nació primero. Isaac lo bendeciría antes de morir y sería su heredero y sucesor como patriarca del pueblo de Dios, pero era inconsciente y de carácter duro e impetuoso, le gustaba la caza y el riesgo sin un propósito, todo lo contrario de lo que era su hermano Jacob. Un día que deambulaba de caza por los montes por donde pastoreaba Jacob, como iba hambriento y cansado, le vendió a su hermano la primogenitura por un plato de lentejas.  

 

domingo, 12 de febrero de 2023

Isaac y Rebeca




El camino emprendido por Dios para ir llegando poco a poco, con la paciencia que se necesita para consolidar su propósito, dio a Abraham en su vejez, su hijo Isaac y mucha prosperidad, era un hombre rico, con muchos sirvientes y grandes rebaños. Isaac respetaba a su padre y vivía en la fe de Dios. 

Tomó la decisión Abraham, como era costumbre en aquellos tiempos, buscar una esposa para Isaac que no fuese cananea, los cananeos eran de costumbres libertinas y adoraban a dioses falsos. Mandó a la tierra donde vivían sus hermanos a Ilicier, jefe de todos sus servientes, pues él ya era muy anciano y no quería que su hijo saliera de su lado.

Ilicier, rogó al Dios de Abraham que le ayudara en la difícil empresa que le había sido encomendada diciendo: "¡Oh Dios de Abraham! Dame tu ayuda para que yo sepa la joven que es la adecuada" Y viendo que un grupo de mujeres jóvenes sacaban agua de un pozo dijo a Dios: "La joven que se preste a ofrecerme agua para mí y mis camellos esa será"

Se acercó Ilicier y las más hermosa de todas las jóvenes le brindó agua que Ilicier bebió. Le preguntó por su nombre y resultó ser sobrina segunda de Abraham. Lo llevó a casa de sus padres que lo recibieron con honores al saber que venía de parte de Abraham a buscar esposa para su hijo. Les entregó los muchos regalos que traía y acordaron el casamiento de Rebeca con Isaac. La llevó Ilicier e Isaac quedó prendado de su belleza nada más verla, él tenía cuarenta años y Rebeca catorce.

La prosperidad de la familia iba en aumento, pero tardaron veinte años en tener descendencia. Transcurrido ese tiempo, Rebeca tuvo gemelos, Esau y Jacob. 


 

 

 

viernes, 10 de febrero de 2023

El hijo de Abraham


 Abraham fue obediente al mandato de Dios y marchó con su mujer Sara, sus esclavos y todas sus pertenencias, en busca de la tierra que le había prometido Dios. Fue trabajoso y de grandes dificultades, pero siguiendo las instrucciones que recibía del mismo Dios, llegó a un valle fértil y allí se instaló. 
En aquellos tiempos, era muy normal que los hombres tuvieran varías esposas, pero Abraham, que era de una honestidad asombrosa, solo amaba a su mujer y no quería a otra, a pesar de que no habían tenido ningún hijo. 
Sara le rogó muy encarecidamente que probase a tener hijos con una esclava egipcia que ella tenía, cosa que también en aquellos tiempos era de lo más normal.
Abraham, por tener descendencia, así lo hizo, y le nació un hijo que fue su alegría, pero Dios tenía otros planes para él. Un día recibió la visita de tres enviados por Dios que le anunciaron que su mujer, Sara, tendría un hijo al que le pondría de nombre Isaac. 
Sara, que de lejos escuchó al visitante, no pudo por menos que echarse a reír, pues ella ya tenía cien años y Abraham algunos más.
El visitante la increpó diciendo que para Dios no hay nada imposible y al año siguiente tuvo un hijo, al que sus padres amaron y cuidaron con esmero.
Abraham educaba a Isaac en la honestidad y en la adoración del Dios verdadero. Dios quiso probar la fe y la sumisión de Abraham pidiendo de su viva voz que le ofreciera a su hijo en sacrificio. 
Abraham, que confiaba en Dios, se dispuso a consumar su mandato y Dios detuvo su mano ofreciéndole un cordero para la ofrenda.



                                       





 


 

 

 

 

jueves, 9 de febrero de 2023

Fue en Sumeria

 


 Hace muchos años, en un pueblo donde se adoraba a muchos dioses falsos, vivía un hombre casado, cuyo padre se ganaba la vida haciendo imágenes de dichos dioses. También reparaba aquellas imágenes que por accidente o cualquier otro motivo se rompían o estropeaban. 
Él, se conmovía y extasiaba viendo las maravillas creadas en la naturaleza, el cielo estrellado con la luna y el sol... 
Un día que su padre había reparado a un ídolo poniéndole una cabeza nueva, se dio a meditar sobre el hecho: "¿Cómo puede ser que este al que mi padre arregla la cabeza cuando se rompe pueda crear cosas tan maravillosas y grandiosas? " Después de mucho pensar y deducir decidió contar a su padre y hermanos que no trabajaría más en el taller, ya que esos dioses que ellos hacían eran falsos, que el creador de todas las cosas era otro Dios más poderoso que aquellos. 
Recibió muchas reprimendas y hasta lo querían echar de casa. 
Una noche, cuando todos dormían, rompió con una estaca todos los ídolos menos el más grande de todos, al que le puso en la mano aquello con lo que había roto a todos los demás. 
Cuando a la mañana siguiente entraron y vieron aquel destrozo, él les dijo dirigiéndose al ídolo armado: "¡Mirad! !Ese es el culpable"! 
Todos dijeron que era imposible, que ese no podía hacer nada. 
Y fue entonces, que marchó a las soledades del desierto en busca del Dios verdadero. Anduvo y anduvo hasta que en la cima de un monte vio una zarza que ardía y nunca se consumía... Una voz sonora traída por los vientos le habló:
"¡Abraham!" Deja Sumeria, y a tus padres y hermanos, y ve con tu familia a la tierra que yo te daré. Serás el padre de una gran nación y tus descendientes serán más que las estrellas del cielo.
De esta manera, dio comienzo el largo camino seguido por los hombres y mujeres que prepararon el camino del Pueblo de Dios. Historias y relatos apasionantes descritos en el libro más leído de todos los tiempos:
"La Biblia"
 


miércoles, 8 de febrero de 2023

Mamá clueca se ha perdido



 


 Mamá clueca andaba algo preocupada, había salido del gallinero con sus pollitos en busca del gallo Gazpachón y se había perdido. No reconocía el entorno. Nunca antes vio aquellos parajes con tanta maleza y zarzales. Temía que si sus hijitos se aventuraban entre los espinosos matorrales saldrían maltrechos y cieguitos si alguna espina hería sus ojitos. Quiso gritar, pero como estaba clueca, solo le salía un velado "clo, clo". 
Pasaba el tiempo y no encontraba el camino de regreso. 

 Por suerte, apareció el gallo Gazpachón que la condujo de nuevo al gallinero. Estaban los dos inmersos en la tarea de enseñar a sus hijitos a picotear los matojos, cuando se les acercó una gallina que venía del monte, con las plumas desordenadas y sucias, parecía perdida y hambrienta. "Hola, buenas tardes" —dijo con mucha timidez—. Soy Huevasa, mascota de Mariona, una niña mala que se ha cansado de mi y me ha dejado abandonada en el monte. Aún tengo que agradecer que la cocinera no me haya retorcido el pescuezo y me haya cocinado en pepitoria para la comida.
Gazpachón quedó impresionado. A pesar de su maltrecho aspecto, denotaba que era una gallina de ciudad. Su caminar era de una elegancia poco usual en el gallinero. La invitaron a picotear en los matojos y su estilo era de finas maneras. Movía la cabeza de un lado a otro con exquisita delicadeza y antes de coger algún elemento con el pico lo examinaba con mucha atención. Gazpachón estaba fascinado. Pronto dejó a la clueca que se las arreglara sola con su prole y se llevó a Huevasa a recorrer la orilla del riachuelo para que se diera un baño y acicalara sus plumas. 
La clueca estaba celosa. Pensaba propinar a Huevasa unos picotazos inflamatorios cuando estuviese de regreso, pero lo pensó mejor, al fin y al cabo ella no tenía la culpa, se los daría a Gazpachón, por fatuo y mamarracho. 

María Encarna Rubio
 
 


sábado, 4 de febrero de 2023

Lo más natural






El abejorro  Pil trabajaba sin cesar. Él solito había polinizado todo un gran campo de alfalfa. Estaba cansado y transportaba su cestillo lleno de polen. Era un insecto tierno y hermoso. Intentaba ser feliz, pero siempre trabajando, apenas tenía tiempo de recrearse en la maravilla que los campos floridos habrían ante sí. 
Un buen día decidió hacer un alto y tenderse a descansar al abrigo de una mata exuberante y muy frondosa. Acicalaba su velludo abdomen cuando llegó hasta él un murmullo inusual y desconocido, una mosca mantenía un coloquio con una libélula de bellas alas:



—El ruido que hacen algunos cuando trabajan es bastante molestoso. —Sí por cierto, ¡qué falta de consideración!
—Mis alas son silenciosas, no como  las de algunos...




No esperemos moraleja del cuento más tonto del mundo.
Pero si analizamos su contenido, alguna conclusión sacaremos...
Pondremos como ejemplo que... La naturaleza siempre es bella...
Los que hacen ruido siempre molestan...
Los que solo piensan en trabajos físicos apenas viven...
Hay que combinar los trabajos físicos con los intelectuales y espirituales...

María Encarna Rubio





MAMÁ OSA PERIPITOSA

En la casita del bosque todo iba bien. Las gallinas ponían sus huevos en una cesta y mamá osa los llevaba al mercado. Sería bonito pensar q...