¡Mi tierno Perolo!, ¡Mi amigo salvador del mar de la soledad!
¿Cómo te va en tu viaje?
Ten cuidado. La vida fuera de la biblioteca del colegio es un mar de inmundicia.
Si no sabes nadar bien entre sus aguas turbulentas la inmundicia te puede ahogar.
Te quiero.
Rufina.
María Encarna Rubio
¡Hola, Encarna!
ResponderEliminarRepasando una entrada mía del blog, allí estabas, quise venir a saludarte. Por lo que veo, sigues afanada con la escritura cosa la cual, me alegro mucho. Se te da genial escribir historias y las cuentas con mucha pasión.
No se si interpreto bien este corto, si es así, y partió tu tierno Perolo, lo siento muchísimo, se lo que es amar a estos seres maravillosos. Seguro que está en un lugar con mucha luz, un lugar especial para ellos en donde también estará mi adorada DOLÇA.
Te dejo un inmenso abrazo.
¡Mi querida Mila, ¡Qué placer tener noticias tuyas! Siempre te recuerdo y me satisface infinito saber que estás bien. Si entras en mi blog comprobarás que es una historia que se sigue con más de quince páginas.
EliminarMe acuerdo de ti cuando escribo, ya que se trata de la historia de una gatita que fue abandonada. Muchos besos, querida Mila. Mis contactos contigo me hicieron mucho bien para progresar en lo que me gusta, que es escribir. Desde el día 5 de diciembre del año pasado soy octogenaria, y sigo pensando en progresar en el tema que me ocupa.
¡Mi querida Mila, ¡Qué placer tener noticias tuyas! Siempre te recuerdo y me satisface infinito saber que estás bien. Si entras en mi blog comprobarás que es una historia que se sigue con más de quince páginas.
ResponderEliminarMe acuerdo de ti cuando escribo, ya que se trata de la historia de una gatita que fue abandonada. Muchos besos, querida Mila. Mis contactos contigo me hicieron mucho bien para progresar en lo que me gusta, que es escribir. Desde el día 5 de diciembre del año pasado soy octogenaria, y sigo pensando en progresar en el tema que me ocupa.
¡Quince capítulos!
ResponderEliminarEstás hecha toda una escritora, querida Encarna. Me alegro mucho saber que continuas con esta afición que tanto te gusta y haces tan buen. Felicidades, por ello, y por tu edad, aún te quedan muchos cuentos que narrar.
También me acuerdo de ti, amiga. Sigo con los blogs, pero escribo menos seguido que tú. Un abrazo y me alegro estés bien.