Abrumada por la buena acogida en el grupo, se sintió obligada a dar las gracias y corresponder mandando por WhatsApp su fotografía para ser conocida por todos los componentes, e inspirada por la emoción del momento, se iluminó la lamparita de su imaginación de poeta, y junto con la foto, escribió un poema que describía su sentir:
Me deslizo sigilosa,
por la senda de la vida,
quiero exprimirla y sacarle
su parte más positiva.
Avanzar todos los días.
Regalar cariño y afecto.
Aprender de los errores,
corregir todo defecto.
Necesito que me quieran,
que me traten con cariño:
Ábranme todos los brazos,
y trátenme como a un niño.
Un niño que no es travieso:
es obediente y sumiso,
que para todos sus actos...
A Dios pide su permiso.
Os deseo amigos míos, que la paz inunde vuestros corazones y os mando esta hamaca junto al mar para que mezáis en ella vuestro espíritu si está cansado, para que tengáis un sueño reparador que anuncie la solución a todos vuestros problemas, y para que me llevéis a recorrer el mundo con vuestro ímpetu lleno de vitalidad.
Muchos besos para todos, y pronto nos vemos visitando la catedral en la noche, jornada que espero va a ser luminosa que me hace gran ilusión.
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