A la aurora congregan
Al vecindario
A rezar a la Virgen
El santo rosario.
Antaño ya se hacía
De madrugada
El cantar a María
Madre adorada.
Y la vieja costumbre
Ha resurgido.
Para aquellos que duermen
El demonio en la oreja
Les va diciendo,
No vayas al rosario
Sigue durmiendo.
Estas cosas ya quedan
Muy trasnochadas,
Levantarse a los rezos
De madrugada.
Levantarse no pueden
Y ni lo intentan,
Porque de madrugada
Ellos se acuestan.
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