El regalo vino sin envoltura; cómo vides otoñales con hojas suspendidas cual rosas que arrancara el viento.
-¿Sabes poner el alma en los ojos?
-¡No, sé ponerla en la mirada!
Dulce mirar, puro cómo los manantiales nacidos de los glaciares.
-¿Lo encuentras en las hojas que arranca el viento?
Ven, cógelo y llévalo contigo allá dónde te encuentres.
Suenan melodías que nadie escucha.
El otoño es bello.
El regalo vino sin envoltura.
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