El respeto que te debo me impide expresarme con libertad. Soy consciente de lo que quiero. Tengo miedo a no saber conjugar los verbos y se distorsionen mis ideas, mis mensajes. Dedicados van al viento que se encuentra en calma. Ni el indicativo ni el subjuntivo tienen en sus tiempos conjugaciones adecuadas para decir lo que siento. Son cosas mías. Si me pongo sobre harapos mi vestido de princesa quedará oculto en el fondo lo que acostumbro a llevar puesto cada día.
Si por caso asomara por descuido o accidente una parte de mí no te asustes, nunca las cosas son tal como parecen. Si leyeras fantasías que no vinieran a cuento, piensa que a veces se encuentran verdades escondidas en lo abstracto. Para escribir fantasías hay que tener alma pura e imaginación radiante. Si las indignidades te azotan la fantasía languidece, se extingue. "No se hizo la miel para la boca de asno"
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