Tú, naciste para que yo te amase... Te amase más de lo que nadie en el mundo puede amar.
Te fuiste de mi lado, y quedé convertida en sombra. Sombra que discurre hacia lo incierto, como el agua de los ríos que arrastra la pendiente. ¿Quién proyectará ahora la sombra de lo que fui?
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