Sombras y luces, luces y sombras.
Flor que floreces, sol que la quema.
Canto que eleva, abrazo de hermano.
Y Tú, que arrancas tu mano de la Cruz,
para bendecir el espíritu del cristiano,
cuando el coro del Canto Gregoriano
eleva su espíritu hasta donde estás Tú.
María Encarna Rubio
No hay comentarios:
Publicar un comentario