sábado, 7 de junio de 2025

La gallina Teodora


 La gallina Teodora estaba sobrepasada, no salía de su asombro, todos sus pollitos estaban naciendo al mismo tiempo.
Era madre primeriza y no sabía qué hacer, si llevarlos primero al río para que aprendiesen a nadar o directos al comedero para enseñarlos a comer. 
Mucho le costó, pero decidió pasar por el gallinero de su amiga Picachata para pedirle consejo, ya que era gallina con mucha experiencia en criar pollitos y lo hacía con mucho acierto.

Teodora sufrió mucho por el camino, ya que sus pollitos salían corriendo en desbandada y no había manera de controlarlos. Les azuzaba con el pico, los sujetaba con las alas, pero no conseguía nada. En el colmo de la desesperación decidió dejarlos ir donde quisieran y marchar sola casa de su amiga. Cuando los pollitos observaron que mamá se alejaba sin ellos entraron en pánico y corrieron en tropel tras ella sin alejarse ni un momento.

Así fue que Teodora aprendió que sus pollitos tontos no eran, y que sabrían cuidar de sí mismos sin que ella tuviese que tomarse más trabajo del necesario. Si se excedía en protegerles no les haría ningún bien, pues descuidarían sus responsabilidades pensando que mamá se ocuparía de todo siempre.
Colorín, colorado, este cuento se ha acabado. 

María Encarna Rubio 


 

jueves, 8 de mayo de 2025

Miedo


 ¡Qué miedo, qué miedo, qué miedo!
Las moscas, el ruido, el trueno.
¡Qué miedo, qué miedo, qué miedo!
La lluvia, los sueños, tus sesos.
¡Qué miedo, qué miedo, qué miedo!
La vida, la calle, tu perro.
Qué miedo, qué miedo, qué miedo!
La muerte, la noche, tu asco.
¡Qué miedo, qué miedo, qué miedo!
La luna, las olas, la calma.
¡Qué miedo, qué miedo, qué miedo! 
Ser viejo, ser pobre, ser malo.
Miedo, miedo, miedo,
Tener una pata de palo.

María Encarna Rubio


 

martes, 6 de mayo de 2025

Soñando la vida


 La vida es puro soñar.
Todos persiguen sus sueños,
y no dejan de soñar
aunque fallen sus intentos.
Sueñan los pajaritos
con la eterna primavera,
trabajan y hacen sus nidos
para cumplir su quimera.
 Queda el nido solo y triste
cuando aparece el invierno.
Así va pasando sin pausa
este devenir eterno.
A la huida de la nieve
nuevos sueños recupera.
Es la energía que mueve,
del universo la esfera.
Toda la vida es un sueño,
sueño de amor y de gloria,
para algunos son penando
para otros de victoria. 

María Encarna Rubio



 

sábado, 3 de mayo de 2025

Rufina prefiere el pescado

.
 La gata Rufina apenas recordaba la última vez que la anciana Consuelo le había dado un beso. Recorría todo su cuerpo un escalofrío al pensar que ya no la quería. ¿Quién le proveería la carne enlatada para gatos que tanto le gustaba? ¿Se olvidaría la anciana Consuelo de hacerlo?

Rufina andaba ocultándose por los rincones meditabunda y triste. No acertaba a comprender la indiferencia que la anciana Consuelo le demostraba de poco tiempo a esta parte. 

El ratoncito Perolo también había distanciado sus visitas. Según recordaba Rufina, la última vez que la visitó solo hablaba de Queta y de Flora, dos niñas que visitaban la biblioteca muy asiduamente. Ellas, con su mentalidad infantil, hacían inquietantes comentarios acerca del cierre de las escuelas y de la biblioteca, hasta de la iglesia, la gente se iba a dedicar a romperlo todo y a pelearse y matarse unos a otros. Rufina no comprendía nada. Le daba pánico pensar que tuviese que volver a vivir en la casita abandonada del bosque. Le daba mucho asco esa idea. ¡Todo sucio! Y lleno de excrementos de murciélagos colgados del techo. La cabrita Maruja que la proveía de leche, sabe dios si la volvería a ver. 

Comenzó Rufina a tiritar. No era de frío, sino de miedo. ¡Pobre Rufina! De gata indigente de campo, se había convertido en una gata acomodada de ciudad. Le daba miedo pensar que la vida le llevara a tener que cuidar de sí misma, ya no podría dedicarse a dormitar en tiempos de siega.


María Encarna Rubio





sábado, 29 de marzo de 2025

Vida para la vida


 

Una hoja de papel

en blanco y sin escritos

me dará la inspiración

para poemas inscritos.

Qué maravilloso es

tener un espacio en blanco

para poder componer

aquello que andas pensando.

No hay troncos de abedules

hay pajarillos cantando

planeando entre las nubes

hasta sus nidos bajando.

Asoman sus cabecitas

con los piquitos abiertos

sus hijitos esperando

a los padres con insectos.

¡Oh! Qué necesidad perentoria

la de todo ser viviente

de energía nutritiva

que su ser vivo alimente.

Veremos muy afanados

a padres de toda especie

trabajando con denuedo

aunque la vida le cueste.

La vida se conglomera

en toda la esfera terrestre

en vida para la vida

y en lucha contra la muerte.


María Encarna Rubio






miércoles, 19 de marzo de 2025

Saludable siesta

 La abuelita Dora
se encomienda a Dios
se duerme la siesta
y un solo día lo hace dos.
Se rejuvenece, le da mucha vida
si hace una siesta
después de la comida.
Su mente descansa
del propio ajetreo
renueva las fuerzas
después del recreo.
No hay que fastidiarse
y por nada pretender
que el cuerpo resista
 horas sin parar de hacer.
No hay caminata
después de comer
que te de más fuerzas
te hará envejecer.
Te pones cremita,
te haces la siesta
te levantas nueva
y te vas de fiesta.
 
María Encarna Rubio

 

lunes, 17 de marzo de 2025

Tortilla de pan viejo y morcilla

 Dora, Dora
se siente muy ufana
pues en la cocina
nadie le gana.
¡Qué rica tortilla
se ha cocinado
con pan viejo y morcilla!
Que a veces,
encuentras lo más rico
en la cosa más sencilla.
La receta la ha sacado
relatada con esmero
de un canal de cocina
de un fraile cocinero
que le acompaña en la mesa
cuando come cada día.
La informa y la orienta
con su paz y su armonía.
En Santo Espíritu del monte
se halla este cocinero
y los lunes sale al aíre
con su mandil y sus pucheros.

María Encarna Rubio


  


 

MAMÁ OSA PERIPITOSA

En la casita del bosque todo iba bien. Las gallinas ponían sus huevos en una cesta y mamá osa los llevaba al mercado. Sería bonito pensar q...