Laurita
era una niña dulce,
La
que siempre sonreía.
Tenía
gatito y perro,
A
los dos mucho quería.
Los
arropaba en su regazo
Si
ambos tenían frío
Les
daba ricos helados
Cuando
llegaba el estío.
Por
tenerle mucha envidia
La
bruja la vigilaba.
Una
serpiente muy mala
Para
ella preparaba.
Y,
se la puso delante
Para
que la atacara
Cuando
Laurita la vio
Le
gustó mucho su cara.
Le
dio tiernecitos besos
Y
una canción le cantara.
La
serpiente emocionada
Al
sentir su tierno abrazo
Dejó
de ser venenosa
Y
se convirtió en un lazo.
Emocionada,
Laurita
Recogió
el lazo del suelo
Y
viéndolo tan bonito
Se
lo colocó en el pelo.
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