sábado, 9 de febrero de 2019

ADONIS Y AFRODITA



La ventana abierta dejaba entrar el aíre fresco de la mañana; gracias a eso se podía respirar en su dormitorio: las zapatillas estaban sucias.
Escritor de humor, todo se veía lleno de chistes escritos en cuartillas tiradas por doquier.
Las duchas...No eran muy frecuentes, a pesar del cartel que un amigo había colgado frente a su cama: "EL AGUA Y EL JABÓN NO HACEN DAÑO AL PULMÓN"
Pensaba que, así como Sansón tenía la fuerza en el pelo, él la tenía en las uñas de los pies: garfios enroscados parecían las suyas.
Un día, su amiga más íntima se las cortó cuando dormía. ¡Pasó una semana en cama! Alegando que su debilidad era extrema...
¿A que parece una calamidad de hombre? ¡Pues no! Era una buena persona. Daba lo que tenía. Amigo de sus amigos. ¡En fin! ¡Que solo le faltaba enamorarse de verdad!

A millones de años luz de distancia, una partícula cósmica, visitaba el planeta con frecuencia inusitada. Se colaba por un agujero negro. Imbuía la distancia.
En media hora terrestre se presentaba en nuestro planeta.
No tenía manos, ni boca; lo que sí tenía era una gran sensibilidad: se había enamorado.
Todas las mañanas, se colaba por la ventana para darle un beso a nuestro amigo "güarrete". Soñaba con tener manos, boca... Y todo lo demás. Pensaba que era una QUIMERA, pero si los tuviese, le cuidaría; le compraría vestuario con estilo y pasearían por el parque cogidos de la mano.
Nuestra "partícula" enamorada, un día, permaneció en la Tierra el tiempo suficiente. Le crecieron sus manos, su boca... Y todo lo demás.
Se hizo la encontradiza en un baile de disfraces. Vestía de Afrodita. Su belleza era digna de la diosa que representaba.
Nuestro amigo quedó inutilizado para escribir chistes de humor: solo le salían poemas de amor.
Quedaron en verse.
Él gastó parte de sus ahorros en vestuario. Pasó la mañana en el salón de estilismo. Se presentó a la cita, como un Adonis digno de una Afrodita. Su casa, olía a rosas...

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