martes, 9 de enero de 2018

LA GALLINA PULARDA

LA GALLINA PULARDA

Pitia era una gallina “pularda”. Ella no era una gallina cualquiera. Era tratada con esmero, le daban ricos alimentos para que estuviese feliz porque así su carne sabía mejor. Estaba destinada a servir de alimento.

El plumaje de Pitia desprendía destellos que se veían a larga distancia. Era tal su belleza que todos los gallos de los corrales vecinos estaban enamorados de ella.
Una mañana de sol radiante, paseaba Pitia junto a su amiga Repeta, otra gallina “pularda” que compartía con ella gallinero.

El gallo del corral vecino, “Ripicón”, que estaba empeñado en fertilizar los huevos de Pitia, saltó la valla que separaba los corrales y se le acercó zalamero:
«¡Hola, Pitia!» —le dijo casi rozando su cresta con el pico.
A Pitia, se le puso la cresta tan roja que Ripicón quedó cegado durante largo rato, momento que aprovechó Pitia para desaparecer junto a su amiga Repeta.
¡«Corre, corre»! —le decía muy alterada a su compañera.
¿Tienes miedo de Ripicón? —le preguntó Repeta a Pitia con ánimo de tranquilizarla—. Solo quiere ser tu amigo.
¡Mi amigo! —dijo Pitia impaciente—. Yo sé que quiere algo más. Quiere fertilizar mis huevos, y me causa gran vergüenza que se entere que las pulardas no ponemos huevos. Estamos des-programadas para ser reproductoras de la especie. Quieren que nuestra carne esté tan rica, que se nos coma enteras sin dejar ni los huesos.
Ripicón que las estaba oyendo se le acercó y le dijo:
Resultado de imagen de fotos de gallinas con pollitosNo me importa si no pones huevos. Hazte la despistada y huye conmigo a mi corral. Te puedo asegurar que junto a mí serás tan feliz, que pondrás un huevo todos los días. Si ahora no los pones es debido a la clase de comida que te dan y a los cuidados que te prodigan. Algunas veces aquellos que nos tratan tan bien nos manipulan en su propio beneficio.

Pitia se fue con Ripicón a su corral y al poco tiempo puso huevos que Ripicón fertilizó y tuvieron sus buenas nidadas de pollitos chiquitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MAMÁ OSA PERIPITOSA

En la casita del bosque todo iba bien. Las gallinas ponían sus huevos en una cesta y mamá osa los llevaba al mercado. Sería bonito pensar q...