¡Senda larga, senda oculta!
Que serpenteando vas.
Vas enredando en las cañas,
su dulzura y su mirar.
Él va a la acequia y mira
cómo discurre el caudal.
Va tras de sí dando vida
a zarzas y al cañaveral...
Y a la higuera, y los olmos,
al membrillo y al peral...
A mi huertano dan sombra
y a mí me hacen vibrar...
¡Qué estampa tan bella tiene!
Cuando por la senda va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario